I Vsss y ráfagas. Las Labores 2010
Los días 21 y 22 de Agosto de 2010 se celebraba la primera concentración motera en la localidad de Las Labores de San Juan, Ciudad Real.
Su promotor y organizador fué Nandy. En menudo lío se metió y lo bien que salió todo.
La inscripción costó 10 euros e incluía camiseta de la KDD (foto), ruta barítima y el almuerzo los dos días. La verdad es que fué para flipar, ¿verdad? ... Pues aún hubo gente que se quejó de que no incluyera el desayuno. Sin comentarios.
Se vivió con bastante espectación porque aunque la concetración no comenzaba hasta el Sábado 21, en la tarde-noche del Viernes 20, ya hubo algunos que del norte que se atrevieron a llegar y acampar junto a la piscina para pernoctar.
El día pintaba fantástico tanto por el clima como por la expectación de cuanta gente podría venir.
Se instaló hasta un puesto de venta de productos moteros: parches, bandanas, pegatinas, chalecos de cuero y demás cosas con las que nos gusta adornarnos.
Después de alternar, comentar y curiosear las monturas de los demás, nos pusimos en ruta rumbo a Villarrubia de los Ojos, al Mirador de la Mancha, más conocido como "Las Casitas".
Allí nos tomamos algún refrigerio, risas, etc y por supuesto, fotos.
Después de vuelta a Las Labores para realizar la ruta Barítima, con una consumición en el Bar Molino, La Piscina y el Casino. En cada uno de ellos, nos obsequiaron con tapitas. Era lo suyo.
Después del Molino, nos fuímos al Casino, poblando la Plaza de motos, tantas que Nandy tuvo que meter la moto dentro, que había hueco. Je, je...
Después nos fuímos a la pista a comer algo, como si no hubiéramos comido algo ya.
Los cocineros ya lo tenían preparado. Dos perolos de comida contundente y rica, muy rica. Primero, segundo y postre.
Tras la copiosa comida, unos se fueron a descansar y otros estuvieron tomando unas copitas. Había sido un día genial y al día siguiente teníamos otra jornada como ésta o mejor.
El Sábado había estado bien pero el Domindo fué aún mejor.
Comenzaron a venir motos como los mosquitos a la luz. La plaza se llenó a lo largo de la mañana doblando la asistencia del día anterior.
Más de lo mismo, charlita, curioseo y después de rutear por el pueblo nos dirigímos a Las Tablas de Daimiel.
Aproveché para realizar unas fotos de la Plaza ya que se íba a remodelar y podría ser una de las últimas veces que se pudiera fotografiar así.
Hacía un calor horrible, típico de la época, pero el paisaje era precioso y, aunque sólo por la mirada, te refrecabas viendo el agua. Nunca las había visto.
Tras ello, a seguir comiendo. Estábamos bastante gente más y por tanto, nos lo pasamos mejor.
Fué todo un éxito.
Gracias Nandy.
Gracias Nandy.
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